sábado, 13 de diciembre de 2014

El Bloqueo Emocional parte II



En el post anterior se explicaba que un bloqueo emocional, es un mecanismo de defensa que dispone la psique para ayudarnos a no sentir tanto dolor. Y que los mismos, si no son resueltos más pronto que tarde, pasan de “la sensación de no poder avanzar en la vida”, teniendo en su día a día cotidiano los distintos síntomas mencionados anteriormente, a transcurrir por una desesperanza y pérdida de sentido de ella, pudiendo llegar a desencadenar depresiones.






En nuestra sociedad, muchos son los que se dejan llevar por la corriente y no aprecian la importancia de las pequeñas cosas, para poder vivir en armonía. Esta ceguera emocional, es gracias al conformismo tan elevado de la falsa creencia de poder remendar cualquier dolor en nosotros, con la “milagrosa pastilla”. Si eres de esas personas que no quieren ver más allá, y piensa que la gragea extraordinaria va a curar todos tus males, la lectura para ti en este artículo ha finalizado y te invito a que continúes con tu vida, puede que tenga más sentido que repases los mandamientos de motivos para ser infeliz. Sin embargo, si eres de las personas que quieren encaminarse hacia la raíz del problema, y deseas seguir leyendo para poder descubrir alguna clave interesante en estas líneas, ante todo una advertencia, siento decir que a manera de desfogue comunicativo no se resuelve nada, hasta que no se enfrenta con la causa. Dicho esto, entremos en materia comenzando por los patrones más comunes de una persona bloqueada y como puede suscitar en su vida.

Una persona que está bloqueada, puede retener varios bloqueos y esto puede entreverse por uno o varios patrones y de distintos modos.
Se exponen algunos ejemplos:

-Déficit de conexión con las emociones.

-Creencias erróneas adquiridas en la infancia.

-Traumas no resueltos.

-Idealización del yo.

-Sentimiento de culpa.

- Trastorno psicológico, depende de la perdurabilidad (pánico, fobias, trastornos por estrés, ansiedad, depresión…)

-Bloqueo puntual, por situaciones tensas que no somos capaces de soportar.


A buen seguro, que ya somos un poco más conscientes de la importancia de las emociones. Y que de acuerdo con la vulnerabilidad y sensibilidad de cada uno, podrá tener mayor o menor bloqueo emocional. Ya que todo ser humano dispone de unos límites de resistencia y depende de estos, algunos pueden ser capaces de sobrellevar el bloqueo durante un largo periodo de su vida.

Como ya se comentaba en la primera parte de este tema, no es cuestión de vivir en la emocionalidad, sino de discernir y entender las emociones, ya que ellas son una señal de lo que ocurre internamente.
Los efectos de estos bloqueos a la larga, pueden determinar la propia vida y depende de cómo es manejada ante cualquier situación.

  • Miedo al riesgo.
  • Falta de motivación.
  • Horror al caos.
  • Preferencia excesiva por juzgar más que por crear ideas.
  • Celo exorbitante.
  • Incapacidad de relajarse y desconectar.
  • Sobre motivación y/o apariencia infatigable.
  • Falta de acceso a áreas imaginativas y de fantasía, etc.


Los bloqueos deben de ser enfrentados con su origen en la medida de lo posible. Hay que trabajar con el origen de ese bloqueo, y las emociones que han quedado sin procesar. No se puede crecer; avanzar, ni evolucionar, mientras no nos enfrentemos a los bloqueos. Ya que nos limitan en el estado mental y emocional. El resquemor guardado, las heridas no sanadas, lo que se dijo y lo que no, todo ha quedado guardado con una importante carga emocional. Pero aun así, muchos encierran en lo más profundo de su ser, para no enfrentarse a ellos mismos, siendo contraproducente más tarde para la salud física.


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