lunes, 24 de febrero de 2014

Nuestra alimentación y el progreso



El "Efecto Mariposa" es lo que se conoce como la consecuencia de una mínima acción que puede no ser asociada sobre lo que luego repercute siendo ésto de grandes dimensiones.
Si lo entendemos en éstos terminos, nos es muy sencillo el asimilar que así también sucede con nuestro cuerpo y sobre todo en lo relacionado con nuestra alimentación.
Decía Hipócrates, el padre de la medicina en la antigua Grecia:
"Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina"
Todo lo que necesitamos se encuentra en lo que tomamos de manera natural, pero también todo lo que nos va deteriorando debido al consumo excesivo hasta llegar a nuestros días, en los que ingerimos venenos de la era espacial y los ponemos en nuestros cuerpos de hombres de las cavernas.
Las consecuéncias de éste cambio a la modernidad, no es ni mucho menos el precio que estamos dispuestos a subrrogarnos y seguir pagando algunos para el enriquecimiento de otros pocos.
Mientras se han erradicado muchas enfermedades como la peste, la rabia o la lepra, se han potenciado y aparecido otras como la diabetes o el mismo cáncer debido a la alimentación engañosa a la que estamos obligados a mantener.
Hace algunos años, un rotativo inglés se hacía eco de una noticia que llamaba muchísimo la atención:
La legislación británica iba a duplicar el periódo para exhumar los cuerpos de los difuntos porque a pesar del paso de los años, al abrir las tumbas se encontraban que casi ninguno se había descompuesto.
La investigación había llegado a la conclusión de que ésto era consecuéncia de la cantidad de conservantes y colorantes que tomamos a lo largo de nuestra vida.
Y ésto mismo ocurre con pesticidas y transgénicos, hoy en día tan habituales y para nada inofensivos, como pretenden hacernos creer.
El recapacitar sobre ésto, nos lleva a plantearnos hasta qué punto es importante la alimentación para un correcto funcionamiento de nuestro pensamiento, que a la larga es nuestra salud mental y la de nuestro cuerpo.
Y es que la celebérrima cita latina de las Sátiras de Juvenal, era más sabia que todos los avances de industria farmacéutica a día de hoy, por eso no hay que olvidarla.
"Mens sana in corpore sano" - "Mente sana en un cuerpo sano"
Cambiar ciertos hábitos y aficionarnos a otros bastante mas sencillos y saludables, a buen seguro desplazarán las malas costumbres a las que estamos subscritos hace tiempo y tanto nos hacen sufrir y anclarnos sin poder mejorar.
Un gesto tan simple como el ingerir la cantidad diaria que necesitamos de Omega-3, hace que el estudiante se concentre de manera más eficaz y que la persona stressada o malhumorada se apacigüe y mejore en su trato con los demás.
Es por ésto y por otras muchas razones, por las que hemos decidido abriros las puertas a la mejora en lo que a lo terrenal se refiere y que por ello os sea más sencillo y posible conseguir lo que no es tan terrenal ni al alcance de los que lo desconocen.
Las únicas píldoras que os iremos dando serán las lineas de salud que iremos exponiendo para que poco a poco, vayáis mejorando en vuestra vida diária y para con los demás así como con vosotras mismas.
Si estamos aquí es para mejorar.
Si estás leyendo ésto es porque te estás renovando.
Y si no tienes miedo al cambio, es que estás deseando la renovación.

jueves, 20 de febrero de 2014

De las pequeñas cosas

Nuestra agenda personal es un buen instrumento para organizarnos. En ella 

plasmamos nuestros quehaceres diarios, semanales, 

mensuales e incluso anuales. Suministrar nuestro tiempo con sabiduría y 

precisión es todo un arte sutil y esmerado.

Muchas veces no prestamos atención a lo que estamos haciendo. Estamos 

distraídos y mecanizados. Intentando hacer, llegar y cumplir con todas las 

responsabilidades que tenemos.

Dejamos a un lado lo imprescindible de la vida, que son… las pequeñas cosas. 

Con estas líneas lo que desearía que provocaran en ti, es que seas un poco 

más consciente del desarrollo de tu vida y apreciar en lo elemental  

que de alguna manera nos hemos acostumbrado y hemos ido convirtiendo en comunes y vulgares. 

“La vida son esas pequeñas cosas que vas haciendo, mientras ocurren otras"

Para darle la importancia que puede llegar a merecer estas mínimas cosas 

o acciones, debemos encontrarnos en una situación crítica o de pérdida.

Es ahí, donde  comenzamos a ser conscientes y empezamos a valorarlas.

Por lo tanto, imaginemos que tan sólo nos queda un año de vida. Párate y 

escribe en una lista lo que te gustaría hacer o realizar durante ese año. Que 

lugares te gustaría visitar, que sueños querrías cumplir, cuantos amaneceres y 

puestas de sol podrías contemplar…

Bien, partiendo de esa lista redúcela a la mitad ya que ahora tan sólo dispones 

de seis meses. Qué cosas son las que no podrías pasar, las que querrías hacer 

por encima de todo. Una vez elaborado la lista, ahora debes de abreviar a diez 

cosas que quieras y desees realizar. Con esto, estás aprendiendo asignar las 

prioridades de las pequeñas cosas que te hacen feliz.

Incluso si quieres puedes volver a reducir a la mitad para poder discernir aún 

más en la importancia de lo pequeño. ¿Cuantas muestra de cariño quieres dar a 

tus seres queridos?, ¿cuantos abrazos a tus amig@s y todos los ”te quiero” que 

necesitas lanzar?. Pero te aconsejo que no pierdas más tiempo, ya que el no 

espera, y que lo que quieras hacer o cambiar lo realices desde ahora. La razón, 

es porque si esperas al futuro no será nunca.

El tiempo, los pensamientos y la energía no se deben de malgastar.



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